Abrís el celular para responder un mensaje y cuando te das cuenta pasaron 20 minutos. Saltaste de una historia a un video, de un mensaje a un mail, de un reel a una publicación. Cuando volvés, ya ni te acordás qué ibas a hacer. ¿Te suena?
La economía de la atención es un concepto que considera la atención humana como un recurso escaso en un mundo saturado de información, donde las empresas y medios buscan captarla para generar valor económico. Todos compiten por nuestro tiempo, y lo hacen con diseños pensados para retenernos el mayor tiempo posible. Cada clic, cada scroll, cada segundo cuenta.
Cómo se origina y su relevancia en la actualidad
El concepto refiere a que la abundancia de información no genera más conocimiento, sino que genera un nuevo problema: la escasez de atención.
Fue forjado por el economista y psicólogo Herbert Simon en 1969, quien advirtió que la sobreoferta de contenidos mediáticos iba a derivar en que la atención se convirtiera en un bien escaso. Sí, hace más de 50 años ya se hablaba de exceso de información desde los medios. Hoy no hace falta aclarar como se multiplicó la oferta de información y lo que es más determinante: que la tenemos al alcance de la mano.
Se desarrolló como teoría y como marco conceptual en campos como la comunicación, la economía digital, la publicidad, el diseño de interfaces y las neurociencias.
En la actualidad, las plataformas como Google, YouTube, Meta y TikTok monetizan con nuestra atención y lo hacen de dos formas principalmente:
- A través de publicidad personalizada, basada en los datos que generan nuestros hábitos de uso.
- Buscando que pasemos la mayor cantidad de tiempo posible dentro de sus servicios, para sostener modelos de suscripción o maximizar el engagement.
En el primer caso (como redes sociales o buscadores), los usuarios son el producto ofrecido a anunciantes. En el segundo (como plataformas de streaming o apps por suscripción), el usuario es cliente, pero su atención sigue siendo clave para la rentabilidad.
¿Qué impacto tiene en nosotros?
La constante competencia por captar nuestra atención en el entorno digital tiene diversas consecuencias que afectan tanto a nivel individual como social:
1. Impacto en la salud mental
El uso excesivo de dispositivos digitales se ha asociado con problemas de salud mental, como ansiedad y depresión. Algunos estudios señalan que el uso problemático del teléfono móvil puede provocar aislamiento social, dificultad para concentrarse, irritabilidad y, en casos crónicos, desarrollar un síndrome de burnout. (Ver estudio)
2. Adicción a las pantallas y desconexión de la realidad
La dependencia excesiva de la tecnología puede llevar a una desconexión de la realidad y afectar las habilidades sociales. Investigaciones indican que el uso repetitivo y prolongado de dispositivos digitales puede interferir con la vida cotidiana y las relaciones interpersonales. ([Ver estudio](Problematic use of mobile phones and social isolation))
3. Falta de confianza en la información consumida
La sobrecarga de información y la competencia por captar nuestra atención pueden dificultar la capacidad de discernir entre contenido fiable y engañoso, lo que contribuye a la desconfianza en los medios de comunicación. Un estudio publicado en Frontiers in Psychology encontró que la sobrecarga de información media competitivamente la desconfianza digital, junto con la desigualdad de información y la violencia cibernética. (Ver estudio)
En busca de la atención perdida
No es solo cuestión de distracción. Es desgaste.
📍 Perdemos presencia: estamos físicamente en un lugar, pero mentalmente en otro.
📍 Perdemos claridad: saltamos de cosa en cosa sin terminar nada.
📍 Perdemos energía: la atención fragmentada agota.
📍 Perdemos decisión: se vuelve más difícil conectar con lo que queremos de verdad.
Desde PLASTIC CARROTS no buscamos demonizar la tecnología, sino concientizar para encauzar nuestra atención de manera consciente.
Frenar, reflexionar, poder entender en qué estamos invirtiendo nuestro tiempo y si eso realmente está alineado con lo que queremos lograr, es el primer paso. Elegir en qué queremos enfocar nuestra atención es, para nosotros, bienestar.
PLASTIC CARROTS
#HaciendoTiempoAlTiempo